lunes, 7 de febrero de 2011

Ruta de la Cueva de los Muñecos


El Santuario Ibero del Collado de los Jardines- “Cueva de los Muñecos”
Cuando accedéis a la carretera de la Aldeílla (Aldequemada), viniendo del sur, por el paso de Despeñaperros, comienza una carretera de montaña sinuosa, pero bien trazada. Os queda desde ese momento veinticinco minutos para llegar a las casas rurales, a poco menos de mitad de camino coronáis el puerto de montaña llegando al Collado de los Jardines.
Nos encontramos con un lugar mítico para los iberos, un santuario donde poder ofrecer a la divinidad para el bienestar de la familia. Llamado por los lugareños “Cueva de los Muñecos” fue lugar de ofrenda de exvotos (pequeñas figuritas de bronce, habitualmente, que se ofrecían a cambio de favor). “Sí, los exvotos son analogías que asemejan y sustituye algo, tras fijarse en la experiencia privilegiada del bronce y del lugar. Pero no solo reproducen al oferente ni simplemente lo sustituyen sino que lo trasladan a otra esfera” (Exvotos ibéricos- vol 1- Margarita Moreno Conde)
Junto a la "Cueva de los Muñecos" residiría la divinidad. En su parte superior apareció un poblado (con dos necrópolis extramuros y una larga muralla) excavado en 1916, por los profesores Ignacio Calvo y Juan Cabré. En el poblado aparecieron restos de fundición de exvotos, en la necrópolis se encontraron multitud de éstos. Su cronología abarca desde el siglo VI a.n.e. hasta finales del Imperio Romano.
Los romanos crean una amplia red de calzadas, como era el caso de la Vía Hercúlea, de la que probablemente partirían otras vías hacia el Sudeste y Levante igual que hacia Toledo a través de Sierra Morena. En la zona de Despeñaperros encontramos probablemente la más antigua ,la que conduce al santuario ibérico del Collado de los Jardines.
Los santuarios ibéricos eran lugares, generalmente cuevas, junto a manantiales, donde se pensaba que residía la divinidad, y donde, por consiguiente, acudían los fieles para venerarla, orar y ofrecer sus ofrendas. Estas ofrendas eran lo que conocemos como exvotos o estatuillas de bronce, piedra o barro, figuras cuyas dimensiones variaban entre los 8 y los 20 cm., que los fieles adquirían al pie del santuario según sus posibilidades económicas. Más de 2.500 piezas salen de este santuario.
Estos exvotos son diferentes según las épocas, la clase social y el lugar donde se encontraba el santuario. Los primeros tuvieron influencias griegas, mas adelante fueron típicamente ibéricos para terminar en el tiempo con formas romanas. Así en el santuario de Santa Elena aparecen figuras de guerreros, a pie y a caballo. Las femeninas parece ser que son de dos clases, las damas o sacerdotisas que llevan los brazos cruzados, varias vueltas de collar, con túnicas y tocados altos y siempre calzadas en contraste con las feminas fieles o adorantes, de vestidos sencillos, descalzas y con los brazos extendidos hacia delante llevando sus ofrendas (panes,perfumes...) en las palmas o sin ofrendas con los brazos pegados al cuerpo o con las palmas hacia delante. (http://www.iberos.info/StaElena.html)
En la Aldeílla hemos querido recoger el legado de nuestros antepasados utilizando un logotipo-emblema de las casas elaborado a partir de un exvoto caballito- ibero
www.laaldeilla.com
Para saber más:
Los exvotos: Nace el mito de la riqueza ibérica de Jaén
Arturo Ruíz Ruíz
Catedrático de la Universidad de Jaén y Director del Centro Andaluz de Arqueología Ibera